El P. Luis Rubio, capellán presidio la misa invitándonos a vivir el misterio del gozo y alegría que nos trae la encarnación de Dios que nace en un humilde pesebre, para hacernos entender que todos estamos invitados a disfrutar de la invitación que nos hace a su Reino.
Al medio día dicha celebración culmino con el un pequeño coctel donde se hizo intercambio de regalos con el sistema del “amigo secreto”.